Hay varias opciones disponibles para resolver disputas o conflictos que surjan durante la ejecución de un contrato de obra pública. Algunas de las opciones más comunes incluyen:
- Negociación: Una de las opciones más simples y rápidas para resolver un conflicto es tratar de llegar a un acuerdo por medio de la negociación directa entre las partes involucradas. Esto puede ser especialmente efectivo si el conflicto es de naturaleza menor y las partes tienen una buena relación.
- Mediación: Si las negociaciones directas no dan resultado, o si el conflicto es demasiado complejo o grave, puede ser útil recurrir a la mediación. En la mediación, un tercero neutral (el mediador) ayuda a las partes a llegar a un acuerdo amistoso y voluntario.
- Arbitraje: Si las negociaciones y la mediación fracasan, las partes pueden optar por someter el conflicto a un arbitraje. En el arbitraje, un árbitro o panel de árbitros escucha a ambas partes y toma una decisión vinculante para resolver el conflicto.
- Juicio: Si todas las opciones anteriores fallan, las partes pueden optar por llevar el conflicto a los tribunales y dejar que un juez decida cómo resolverlo. Esta es a menudo la opción más costosa y lenta, y debe utilizarse como último recurso.
Es importante tener en cuenta que, en cualquier caso, es importante contar con una buena gestión de conflictos y tener un plan de contingencia en el contrato de obra pública, para minimizar la posibilidad de que surjan conflictos y para poder resolverlos de manera eficiente en caso de que se produzcan.
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