Más Allá del Papel: la Visita Técnica a Obra

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En el ámbito de la contratación pública, la visita técnica a obra se ha consolidado como un elemento esencial para garantizar la viabilidad y calidad de las ofertas presentadas por los licitadores. Más allá de ser un mero trámite, esta práctica permite a las empresas conocer de primera mano las condiciones reales del proyecto, facilitando una planificación más precisa y una ejecución eficiente.​

¿Qué es una visita técnica a obra?

La visita técnica a obra consiste en el desplazamiento de representantes de las empresas licitadoras al lugar donde se ejecutará el proyecto. Durante esta visita, los técnicos pueden observar directamente las características del terreno, las condiciones ambientales, las infraestructuras existentes y otros factores que podrían influir en la ejecución del contrato. Esta inspección permite identificar posibles dificultades y adaptar la oferta a las necesidades reales del proyecto.​

Marco legal y jurisprudencia en España

La Ley 9/2017 de Contratos del Sector Público (LCSP) reconoce la posibilidad de exigir visitas técnicas como requisito para presentar ofertas. El artículo 136 establece que, cuando las proposiciones solo puedan realizarse después de una visita sobre el terreno, los plazos mínimos para la presentación de ofertas deben ampliarse, garantizando así la igualdad de oportunidades entre los licitadores .​

Diversos tribunales administrativos han respaldado esta práctica. Por ejemplo, el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales de la Junta de Andalucía ha considerado adecuada la exigencia de visitas obligatorias en contratos de mantenimiento de instalaciones, argumentando que la inspección «in situ» proporciona un conocimiento más preciso que la información contenida en los pliegos.​

Beneficios de la visita técnica a obra

  1. Conocimiento real del entorno: Permite identificar las condiciones específicas del lugar, como accesos, topografía y servicios existentes.​
  2. Detección de riesgos: Facilita la identificación de posibles obstáculos o dificultades que podrían afectar la ejecución del proyecto.​
  3. Mejora en la planificación: Proporciona información valiosa para una planificación más precisa y eficiente.​
  4. Transparencia y competencia leal: Al exigir la visita a todos los licitadores, se garantiza una competencia en igualdad de condiciones.​

Consideraciones prácticas para los licitadores

  • Preparación previa: Es recomendable estudiar detenidamente la documentación de licitación antes de la visita para identificar aspectos específicos a verificar.​
  • Participación de personal cualificado: La visita debe ser realizada por técnicos con experiencia que puedan identificar detalles relevantes para la oferta.​
  • Documentación de la visita: Es aconsejable elaborar un informe detallado de la visita, incluyendo fotografías y observaciones, que respalden la propuesta presentada.​

En conclusión, la visita técnica a obra es una herramienta fundamental en los procesos de contratación pública, ya que permite a los licitadores adaptar sus ofertas a las condiciones reales del proyecto, mejorando la calidad y viabilidad de las propuestas. Además, su exigencia, debidamente justificada y con plazos adecuados, contribuye a una competencia más equitativa y transparente.​

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